Echar o no echar, esa es la cuestión

Cuando me dijeron: vas a tener que despedirla ahora!, se me hundió el pecho, yo sabía que en su familia todos dependían de ella, era chiquita de cuerpo pero con un corazón y una fuerza enormes.

Pero la organización estaba pagando de más y en la reunión de gerencia se había tomado la decisión, no había nada que se pudiera hacer.

Fuí...caminaba despacito por el pasillo como si no quisiera llegar más, como se lo digo? me preguntaba...qué le digo?...era una situación difícil.

En la reunión la defendí con todos los argumentos que tenía!: la habían cambiado a ese puesto hace menos de 1 mes, tenía 20 años, no le dieron el tiempo suficiente, la curva de aprendizaje no estaba terminada, yo la puedo capacitar, etc.

Me dijeron: es lenta, no podemos esperarla, no es como los demás, no habla, no se comunica, no la queremos acá, tienes que echarla hoy!

Uff...algo dentro de mí me decía que no podía dejarla a su suerte, así que la saqué de su puesto, entré a la oficina y le dije lo siguiente: me han enviado a echarte y a partir de ahora te tienes que ir de la empresa, pero tengo una propuesta para hacerte, si en 1 mes no te reincorporo, yo misma renuncio!.

Entre llantos, ella no entendía bien lo que le decía, pero confió en mí, yo era Gerente Corporativa de Calidad para América Latina, no era un puesto al que se podía renunciar tan fácilmente, era un verdadero desafío, pero le tenía fe, la conocía, sabía que parte de esa timidez era típico de su edad y que ella era muy responsable, así que me la jugué, como muchas veces, por intuición.

Durante ese mes hice todo lo posible por reincorporarla y en 15 días ya estaba de vuelta en su puesto, tal como lo prometí, la capacité, la acompañé, la empoderé y se convirtió en la mejor empleada de la compañía superando a todos por su responsabilidad, dinamismo y compromiso.

Permaneció años en la empresa, mucho después de que yo renunciara para independizarme creando mi propia consultora de RRHH.

Esta situación me dejó una gran enseñanza: confía en tu gente, mucho más allá de lo que se ve, nunca sabes toda la historia que llevan detrás, ellos responderán con compromiso y con responsabilidad.

Gracias Paula, verte crecer me hizo crecer.